La mayor parte de clientes que acuden a nuestra instalación, realizan algún tipo de entrenamiento combinado de fuerza y cardio, lo que a nivel más científico se denomina entrenamiento concurrente.

Mucho se ha escrito sobre las posibles interacciones negativas de combinar dichos entrenamientos, es decir, que por entrenar uno pierdas adaptaciones respecto al otro. Si bien queda mucho por avanzar, las últimas novedades nos indican que seguramente, las ganancias de fuerza sean las que más puedan verse limitadas, sobre todo si utilizas protocolos tipo HIIT combinados con protocolos de hipertrofia muscular.

Para ayudarte a ordenar las sesiones, la reflexión extraída del análisis de diferentes estudios que analizan este tema, nos indica que el orden más adecuado es comenzar por entrenar correctamente la fuerza, y dejar para el final de la sesión el entrenamiento de cardio.

Con este orden, el cardio podrás seguir desarrollándolo, y la fuerza no se va a ver tan comprometida como si siguieras el orden inverso.

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