Junto con la epidemia de las llamadas «enfermedades hipocinéticas», relacionadas con la falta de actividad física, posiblemente estamos ante el siglo de otra de las enfermedades más terribles y devastadoras que hemos conocido, el cáncer.Los avances médicos, farmacéuticos y de tratamiento integral en el cambio de vida, ofrecen nuevas esperanzas y herramientas con las que abordar un tratamiento siempre agresivo a nivel orgánico, cargado a su vez de una gran intensidad emocional y psicológica.Como apoyo a los entrenadores, ofrecemos un artículo de revisión sobre los efectos del entrenamiento de fuerza en diferentes aspectos relacionados con la calidad de vida de los supervivientes de cáncer. Uno de los conceptos más importantes, es la correcta administración de la fatiga que se impone al cliente, siendo uno de los contextos donde más volumen y más intensidad no siempre es mejor.
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