Tradicionalmente siempre se recurre a la sentadilla como ejercicio básico de fuerza para mejorar el esprín, ya que claramente es un ejercicio con buena transferencia al mismo.
Si lo complementas además con otro tipo de ejercicios específicos más orientados al desplazamiento horizontal, la capacidad de aceleración se verá beneficiada.
Por último… no te olvides de tu gemelo-sóleo. Al final, la flexo-extensión de tobillo es el engranaje que conecta con el suelo toda la potencia desarrollada en tu zanzada: sin un tobillo activo y reactivo, no podrás moverte eficazmente.
Como podéis ver, tener una cantidad de fuerza elevada en el clásico ejercicios de elevaciones de talones (un ejercicio análitico de gimnasio de toda la vida, sí), se relaciona de manera inversa con la velocidad de esprín.
Así que… a activar esos tobillos.
Life is Movement, Love Elements!