La zona lesional más frecuente en el fútbol moderno, con muchos avances en el conocimiento de la misma, e intentos por prevenirla, aunque el incremento de la intensidad en los partidos y carga competitiva, están haciendo que las estadísticas no mejoren mucho al respecto.
Una interesante reflexión nos llega desde la ligra profesional qatarí, donde han evaluado durante dos temporadas en más de 400 futbolistas las lesiones a nivel isquiotibial, y si se relacionan con la flexibilidad pasiva a nivel de muslo y tobillo.
Las conclusiones son bastante esclarecedoras: no existe relación al respecto.
Lo que nos viene a indicar que la flexibilidad pasiva, con medios tipo stretching, deben ser complementadas con otro tipo de estrategias conde el componente excéntrico, fuerza a altas velocidad, coordinación, etc. tengan un papel relevante.
Bien es cierto que otro tipo de movilizaciones dinámicas y estiramientos activos, todavía no están siendo evaluados a largo plazo con criterios que se utilizan desde el ámbito de la neurodinamia o las cadenas musculares… y nosotros andamos viendo buenos resultados con dichas herramientas.
Así que seguiremos investigando… y fortaleciendo.
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