Hace ya tres años que tuvimos ocasión de participar en un proyecto pionero, llevado a cabo por nuestra directora de investigación, la Dra. Susana Aznar, donde se puso sobre la palestra la comida rápida tipo McDonald´s frente a un programa de ejercicio intensivo y supervisado por profesionales (podéis verlo al completo desde el siguiente enlace: https://vimeo.com/108164420).Nos alegra mucho que se siga innovando en este sentido, y podamos seguir indicando las bondades del ejercicio físico (que es el principal motivo del incremento de obesidad y pérdida de calidad de vida en la población moderna).En este interesante trabajo, se comparan 14 días de comida exclusiva en McDonald´s, al mismo tiempo que se realiza todos los días un protocolo interválico de alta intensidad en cinta.Los resultados son muy, muy interesantes, podéis consultarlos al completo de manera detallada en el artículo (perfil bioquímico y de composición corporal de los participantes). La conclusión es que no se producen cambios, con tendencia incluso a mejorar algunos parámetros, a pesar de que el porcentaje de la dieta se decanta claramente hacia los carbohidratos y las grasas (no precisamente de los más saludables ninguno de ellos).Otro detalle importante es que evidentemente, el famoso «paseo» de 30 minutos al día, no es suficiente si queremos contrarrestar los efectos de una dieta de comida rápida: hay que entrenar, hay que entrenar duro, y hay que entrenar regularmente.
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