En los años 90 vivimos la explosión de los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) como una enfermedad psicológica de «moda», que aparecía en pantallas de televisión, revistas, prensa del corazón…..Los TCA siguen siendo la enfermedad psiquiátrica más común en mujeres jóvenes, y presenta un alto coste no solo ya médico, si no en la calidad de vida, relaciones sociales y perspectivas de futuro en aquell@s que lo padecen, y sus allegados más cercanos.El ejercicio físico cada vez se contempla más como una herramienta de intervención en otras enfermedades psicológicas (ansiedad, depresión), si bien presentaba cierta polémica respecto a su inclusión en este tipo de cuadros. Con el paso de los años, cada vez es más común el reconocer su utilidad en reducir sintomatología bulímica, favorecer ganancia de masa muscular y fuerza en la anorexia nerviosa, y mejorar la calidad de vida de las pacientes.En este interesante y concreto artículo de revisión que nos llega desde Estados Unidos, se nos proponen 11 puntos clave que el profesional del ejercicio debería tener muy en cuenta cuando se pretende implementar la actividad física en un tratamiento multidisciplinar.Os invitamos a leerlo con detenimiento, y darle voz a esta «enfermedad silenciosa», que no por haber perdido potencia mediática, deja de ser una realidad.
CONCIENCIA + EXPERIENCIA + CIENCIA
